Ángeles tu poema me ha hechizado. es único. Si has vivido lo que escribes, comprendo porque eres tan bellísima personay una excelente poeta. Un abrazo.
Hola palabras al viento, lo que narro en el poema es totalmente cierto. Mi buhardilla era mi reino encantado, en ella no había nada de valor, por lo que mis padres no subían a ella, pero yo creé un mundo mágico que no ha destruído el paso del tiempo. Hasta aprendí a salir por la ventana y subirme al tejado desde donde veía todos los cerros de mi pueblo. Gracias por tus palabras.
Maravilloso poema Ángeles,todos los niños deberíamoshaber tenidouna buardillaasí y dejar volar nuestros sueños e ilusiones. Mis felicitaciones y un saludo muy grandr.
Creo que cuando somos niños buscamos el lugar que nos hace feliz. Primero fueron mis campos de Malhincada y al venir al pueblo, fue la buhardilla donde estaban los trastos viejos que nadie usaba ya y que para mí eran un tesoro. Además de costales de trigo, centeno, cebada y sobre todo mi gato Chaguín... Buhhh que me vuelvo allí.
Gracias Charo por llegar a mi espacio, es cierto que esa buhardilla está en un rinconcito de mi alma y por siempre será así. Era el refugio de mis sueños y mi fantasía y en ella yo era quien deseaba ser ede día.
Que cosa más linda , me encantan tus poemas tan llenos de magia , de esa que nos hace retroceder a nuestra infancia . Gracias por tener esa capacidad para hacernos sentir niños al leerte . Un fuerte abrazo .. Mágica noche.
Gracias Campirela por tus palabras. En mí continúa viva esa niña que fui, y desde la mujer adulta que hoy soy, muchas veces hablo con ella, río con ella y sí lloré, la seco las lágrimas, es algo que nunca ha cambiado a pesar de los momentos negros que he tenido en mi vida, mi refugio continúa en ese lugar que por años, hice mágico.
Bellos recuerdos te trae esa buhardilla, desde donde seguramente subirías de noche para ver más tranquila las estrellas y donde guardarías aquellos objetos y secretos más preciados de tu infancia o juventud. Divina inocencia, esos años bordados de sentimientos y de sueños, invadido a su vez por el misterio y el encanto. Tu buhardilla, es también parte nuestra, un lugar propicio para un cuento de hadas, sin más riqueza que el aroma de unas manzanas maduras y el olor de la mies. Hoy, ya todo eso casi ha desaparecido, aunque queda todavía en nuestro recuerdo los momentos vividos. Algo así, pienso que sentiría el poeta Gabriel, cuando escribía sus versos nacidos de las costumbres lugareñas, del campo y de sus gentes. Por cierto, cuando visité su casa natal en Guijo de Granadilla, me sorprendió aquellos platos de madera e utensilios de cocina que todavía permanecen allí intactos, como si nunca hubiera pasado el tiempo. Un poema precioso Ángeles, lleno de ternura y añoranza. Te envío un abrazo.
Mi buhardilla fue un lugar mágico para mi siempre, aún hoy veo con los ojos del alma cada baldosa roja, cada artesa, los pimientos rojos enristrados, las manzanas y membrillos... Esos utensilios que viste en la casa de Gabriel y Galán, yo los conservo en un corral que tengo en m pueblo, y hasta en mi casa tengo muchas cosas antiguas que utilizó mi padre y a todas les he convertido en un precioso objeto. La trilla es la mesa del comedor, con un cristal encima, y las fanegas o las cuartillas son mesitas del teléfono y librería, hasta una rueca de hilar lana de mis antepasados, la he convertido en una librería preciosa... Son objetos de mis antepasados, en ellos están parte de mis raíces, por eso digo que mi casa del pueblo me acuna y me da vitaminas, siento que todo lo que hay allí lo he rescatado del olvido y hoy están en mi presente con toda su luz
Así es Chelo, mi buhardilla fue mágica, aprendí a salir por la ventana y salir al tejado para ver los cerros de mi pueblo, amaba el campo y el pueblo me ahogaba. Una vez que nevó, salí al tejado para ver los cerros y resbalé en las tejas llenas de nieve, Dios mío creí que me mataba, resbalaba por el tejado, hasta que en un impulso me agarré a la chimenea al pasar cerca de ella y me detuvo en mi caída. Es la primera vez que lo verbalizo porque el susto me hizo siempre callar una muerte segura que yo por traviesa me había buscado. Ese suceso no lo sabe nadie de mi familia, fue el mayor susto de mi infancia.
Lo son AMALIA, hay muchas vivencias guardadas en mi alma que viví en mi buhardilla. Fueron años de tener un lugar donde vivir mis sueños y fantasías y eso no lo puedo olvidar porque forman parte de mí.
Angeles, tu poema me ha hecho recordar muchas cosas vividas en mi infancia...He visitado varias buhardillas, la de casa y la de mis tías...Puedo recordar el trigo y la cebada, los muebles y libros viejos y tantas cosas, que guardaban un gran misterio. Tu poema me hizo soñar de nuevo, amiga. Las buhardillas nos transmiten su encanto y su inspiración, que nosotros con nuestra intuición de niñas guardábamos con cariño en la memoria. Te felicito por el ritmo y la entrega que has puesto en tus letras. Mi abrazo y mi cariño, Angeles
Ayyy Mª Jesús, es que las buhardillas guardaban muchos objetos olvidados y mucho espacio para vivir la fantasía y la magia. Mi madre nunca me dejó tener ni perros ni gatos, pero a mí me regalaron un gatito y era la cosa más dulce y peluda que me miraba con ojos de miel y conseguí que viviese 6 ó 7 años escondido en la buhardilla, sin que nadie lo supiese, yo le subía comida y agua y cuando me iba de la buhardilla al colegio, le dejaba en una gran artesa, tapado con cribas y así los dos fuimos felices durante muchos años. Todas estas vivencias están en la memoria del alma y tú lo sabes bien.
Era única Marcos, estaba llena de tantas cosas y más que yo imaginaba trasteando por ella, era un lugar mágico para mí y donde nadie me regañaba por lo que hacía, yo era la dueña de ese mágico lugar.
Ángeles, querida amiga con tus palabras haces ciertamenteun hermoso palacio de tu buhardilla. Precioso poema con versos que hacen soñar en ese mundo encantado que craste. Un abrazo y muchas felicidades.
Para mí era hermoso y continúa siéndolo aunque ya no exista halconcien, con los ojos del alma veo cada objeto que había y me encantaba subir a ella y jugar con mi gato Chaguin, pobre gato, era un sol, no se movía hasta que no subía a jugar con él.
Hola Ángeles, me has hecho volver al pasado en esa buhardilla que había en todas las casas, con tu poema me has llevado a un mundo de sueños recuerdo y añoranzas. Te confieso que a mi no me gustaba subir a la buhardilla, no lo pasaba nada bien, antes te mandaban que subirás y tenia que subir, si o si. Te felicito por ese amor incondicional que tienes a tu tierra. Hermoso poema, lo he disfrutado! Abrazos con mi cariños.
Ayyy Cristina bonita, era un lugar mágico para mí, había tantas cosas con las que jugar, baules llenos de ropa usada, costales de trigo, y entre el trigo, mi padre guardaba melones para comerlos en Navidad y se conservaban maravillosamente. y jugaba a encontrarlos o cambiarlos de lugar... fue una etapa preciosa y mucho más cuando después del suceso que me pasó con la nieve y he contado a Chelo, aprendí a salir por la ventana al tejado y andaba por él, como lo más maravilloso del mundo mundial.
A ti que has llegado a mi blog, te recibo con una cálida acogida…¡ se bienvenid@! Todos vamos dejando huellas en los senderos de la vid...
¡ Desde el alma !
Nací en Extremadura… muy pronto me trasplantaron a la gran ciudad. Por eso necesito como golondrina emigrante, regresar a mi nido y llenarme de vitaminas de luz, armonías, serenidades, cielos… Soy profesora de secundaria, apasionada, vital, rebelde, idealista, sincera, leal y una luchadora nata contra cualquier injusticia o violación. Me apasionan la naturaleza, perderme por sus paisajes, mi familia, mis amigos, los libros y todo lo que me cosquillea el alma Amo la libertad, la integridad, la generosidad callada, y a los hacedores anónimos de estrellas que desde el silencio siembran semillas de luz.
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Ángeles tu poema me ha hechizado. es único. Si has vivido lo que escribes, comprendo porque eres tan bellísima personay una excelente poeta. Un abrazo.
ResponderEliminarHola palabras al viento, lo que narro en el poema es totalmente cierto. Mi buhardilla era mi reino encantado, en ella no había nada de valor, por lo que mis padres no subían a ella, pero yo creé un mundo mágico que no ha destruído el paso del tiempo. Hasta aprendí a salir por la ventana y subirme al tejado desde donde veía todos los cerros de mi pueblo. Gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo para ti, hasta tu país.
Maravilloso poema Ángeles,todos los niños deberíamoshaber tenidouna buardillaasí y dejar volar nuestros sueños e ilusiones. Mis felicitaciones y un saludo muy grandr.
ResponderEliminarCreo que cuando somos niños buscamos el lugar que nos hace feliz. Primero fueron mis campos de Malhincada y al venir al pueblo, fue la buhardilla donde estaban los trastos viejos que nadie usaba ya y que para mí eran un tesoro. Además de costales de trigo, centeno, cebada y sobre todo mi gato Chaguín... Buhhh que me vuelvo allí.
EliminarAbrazos con cariño
Hermosos versos te ha inspirado esa vieja buhardilla de tu casa que seguro la disfrutaste a tope.Besicos
ResponderEliminarGracias Charo por llegar a mi espacio, es cierto que esa buhardilla está en un rinconcito de mi alma y por siempre será así. Era el refugio de mis sueños y mi fantasía y en ella yo era quien deseaba ser ede día.
EliminarDesde el corazón, un abrazo.
Que cosa más linda , me encantan tus poemas tan llenos de magia , de esa que nos hace retroceder a nuestra infancia .
ResponderEliminarGracias por tener esa capacidad para hacernos sentir niños al leerte .
Un fuerte abrazo ..
Mágica noche.
Gracias Campirela por tus palabras. En mí continúa viva esa niña que fui, y desde la mujer adulta que hoy soy, muchas veces hablo con ella, río con ella y sí lloré, la seco las lágrimas, es algo que nunca ha cambiado a pesar de los momentos negros que he tenido en mi vida, mi refugio continúa en ese lugar que por años, hice mágico.
EliminarAbrazos con cariño.
Bellos recuerdos te trae esa buhardilla, desde donde seguramente subirías de noche para ver más tranquila las estrellas y donde guardarías aquellos objetos y secretos más preciados de tu infancia o juventud. Divina inocencia, esos años bordados de sentimientos y de sueños, invadido a su vez por el misterio y el encanto. Tu buhardilla, es también parte nuestra, un lugar propicio para un cuento de hadas, sin más riqueza que el aroma de unas manzanas maduras y el olor de la mies. Hoy, ya todo eso casi ha desaparecido, aunque queda todavía en nuestro recuerdo los momentos vividos. Algo así, pienso que sentiría el poeta Gabriel, cuando escribía sus versos nacidos de las costumbres lugareñas, del campo y de sus gentes.
ResponderEliminarPor cierto, cuando visité su casa natal en Guijo de Granadilla, me sorprendió aquellos platos de madera e utensilios de cocina que todavía permanecen allí intactos, como si nunca hubiera pasado el tiempo.
Un poema precioso Ángeles, lleno de ternura y añoranza. Te envío un abrazo.
Mi buhardilla fue un lugar mágico para mi siempre, aún hoy veo con los ojos del alma cada baldosa roja, cada artesa, los pimientos rojos enristrados, las manzanas y membrillos... Esos utensilios que viste en la casa de Gabriel y Galán, yo los conservo en un corral que tengo en m pueblo, y hasta en mi casa tengo muchas cosas antiguas que utilizó mi padre y a todas les he convertido en un precioso objeto. La trilla es la mesa del comedor, con un cristal encima, y las fanegas o las cuartillas son mesitas del teléfono y librería, hasta una rueca de hilar lana de mis antepasados, la he convertido en una librería preciosa... Son objetos de mis antepasados, en ellos están parte de mis raíces, por eso digo que mi casa del pueblo me acuna y me da vitaminas, siento que todo lo que hay allí lo he rescatado del olvido y hoy están en mi presente con toda su luz
EliminarDesde el corazón, un abrazo Juan
Las buhardillas cuantas cosas guardan... las tuyas tu recuerdos y añoranzas de donde ha salido este bello poema. Un abrazo .
ResponderEliminarAsí es Chelo, mi buhardilla fue mágica, aprendí a salir por la ventana y salir al tejado para ver los cerros de mi pueblo, amaba el campo y el pueblo me ahogaba. Una vez que nevó, salí al tejado para ver los cerros y resbalé en las tejas llenas de nieve, Dios mío creí que me mataba, resbalaba por el tejado, hasta que en un impulso me agarré a la chimenea al pasar cerca de ella y me detuvo en mi caída. Es la primera vez que lo verbalizo porque el susto me hizo siempre callar una muerte segura que yo por traviesa me había buscado. Ese suceso no lo sabe nadie de mi familia, fue el mayor susto de mi infancia.
EliminarBesos de luz para ti.
Has expresado muy dulcemente tan lindos recuerdos.
ResponderEliminarUn beso.
Lo son AMALIA, hay muchas vivencias guardadas en mi alma que viví en mi buhardilla. Fueron años de tener un lugar donde vivir mis sueños y fantasías y eso no lo puedo olvidar porque forman parte de mí.
EliminarAbrazos con cariño.
Angeles, tu poema me ha hecho recordar muchas cosas vividas en mi infancia...He visitado varias buhardillas, la de casa y la de mis tías...Puedo recordar el trigo y la cebada, los muebles y libros viejos y tantas cosas, que guardaban un gran misterio. Tu poema me hizo soñar de nuevo, amiga. Las buhardillas nos transmiten su encanto y su inspiración, que nosotros con nuestra intuición de niñas guardábamos con cariño en la memoria.
ResponderEliminarTe felicito por el ritmo y la entrega que has puesto en tus letras.
Mi abrazo y mi cariño, Angeles
Ayyy Mª Jesús, es que las buhardillas guardaban muchos objetos olvidados y mucho espacio para vivir la fantasía y la magia. Mi madre nunca me dejó tener ni perros ni gatos, pero a mí me regalaron un gatito y era la cosa más dulce y peluda que me miraba con ojos de miel y conseguí que viviese 6 ó 7 años escondido en la buhardilla, sin que nadie lo supiese, yo le subía comida y agua y cuando me iba de la buhardilla al colegio, le dejaba en una gran artesa, tapado con cribas y así los dos fuimos felices durante muchos años.
EliminarTodas estas vivencias están en la memoria del alma y tú lo sabes bien.
Besos con mi cariño.
Me ha encantado, Ángeles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Macondo, me alegro que te haya gustado, son para mí momentos llenos de magia y fantasías.
EliminarUn abrazo.
Que hermoso poema....me a gustado mucho....saludos
ResponderEliminarGracias Sandra por las palabras que dejas en mi espacio, y saber que te ha gustado
EliminarUn abrazo con cariño
Siempre soñé con una buhardilla como esa, tan llena de fantasía
ResponderEliminarEra única Marcos, estaba llena de tantas cosas y más que yo imaginaba trasteando por ella, era un lugar mágico para mí y donde nadie me regañaba por lo que hacía, yo era la dueña de ese mágico lugar.
EliminarMi abrazo con cariño
Ángeles, querida amiga con tus palabras haces ciertamenteun hermoso palacio de tu buhardilla. Precioso poema con versos que hacen soñar en ese mundo encantado que craste. Un abrazo y muchas felicidades.
ResponderEliminarPara mí era hermoso y continúa siéndolo aunque ya no exista halconcien, con los ojos del alma veo cada objeto que había y me encantaba subir a ella y jugar con mi gato Chaguin, pobre gato, era un sol, no se movía hasta que no subía a jugar con él.
EliminarUn abrazo con cariño.
Uy que imaginativo poema. Te mando un beso y te me cuidas.
ResponderEliminarEs un poema real y mi imaginación hacía el resto, era crear magia y sentirla en el alma, en ella fui muy, muy feliz.
EliminarUn abrazo
Hola Ángeles, me has hecho volver al pasado en esa buhardilla que había en todas las casas, con tu poema me has llevado a un mundo de sueños recuerdo y añoranzas. Te confieso que a mi no me gustaba subir a la buhardilla, no lo pasaba nada bien, antes te mandaban que subirás y tenia que subir, si o si. Te felicito por ese amor incondicional que tienes a tu tierra. Hermoso poema, lo he disfrutado!
ResponderEliminarAbrazos con mi cariños.
Ayyy Cristina bonita, era un lugar mágico para mí, había tantas cosas con las que jugar, baules llenos de ropa usada, costales de trigo, y entre el trigo, mi padre guardaba melones para comerlos en Navidad y se conservaban maravillosamente.
ResponderEliminary jugaba a encontrarlos o cambiarlos de lugar... fue una etapa preciosa y mucho más cuando después del suceso que me pasó con la nieve y he contado a Chelo, aprendí a salir por la ventana al tejado y andaba por él, como lo más maravilloso del mundo mundial.
Desde el corazón, besos con mi cariño