con dedos de viento sobre mi ventana,
y al llegar la alborada nacida
con hilos de oro, ha irisado el alba,
esparciendo su maná, en estrellas,
con manos bruñidas, y aromas de agua…
!
Y cantaba el viento
en liras doradas
y en ballet de hojas
el campo alfombraba...
Desde un sol amarillo muy pálido
destrenzaba el día las hojas ajadas,
y la brisa en arpegios áureos
un ballet de ocres y cristal, danzaba…
desnudando árboles caducos
desvistiendo tristes sementeras pardas
¡En la tierra abierta
de vida sembrada,
la nueva semilla
en surcos soñaba...!
¡Y pasaban cirros desflecados,
y cúmulos blancos, cascadas preñadas…!
esperando con su alma de lluvia
sembrar madrigales de oro y de agua,
en la tierra desnuda y reseca
qué el ardiente fuego del verano hollara.
El río sediento
se desperezaba
con besos de olvido
de gotas de agua.
Y en silencios de un tiempo exiliado,
se oían rumores, de liras doradas,
el otoño con vientos de arrullo
bruñía destierros, secaba hojarascas,
con bemoles de brisa y llovizna,
sobre la tierra adormecida en auras.
¡Viento, veladuras,
plenitud dorada…
de estrellas de mieles
y otoño de nanas…!
Bienvenido sea este otoño tan lindo que nos has dejado en tu poema. Un placer de leerte.
ResponderEliminarBesos y una feliz semana.
Gracias Campirela, el otoño es mi estación preferida, es tiempo de cambios y dejar ir aquello viejo que nos ata y quita la libertad.
EliminarMi cariño con un abrazo.
Bello poema le dedicas al otoño que por mi tierra nos ha traído bastante fresquillo.Besicos
ResponderEliminarCharo cariño,estoy contestande demasiado tarde, me han tenido que volver a operar de la columna, porque cuando Tony tuvo el accidente, a mí se movió el implante. Ya estoy mejor.
EliminarUn abrazo grande, cuidate mucho.
El otoño siempre distinto pero siempre inspirador de bellos poemas. Un abrazo.
ResponderEliminarA mi es así Chelo, me gusta el otoño y ver como todo el campo cambia de color, me gusta meditar si tengo algo que tirar de mi vida, y me siento ligera de equipaje.
EliminarDesde el corazón, un abrazo.
Angeles, he disfrutado mucho tu poema, porque el otoño es mi estación favorita. He escuchado los cánticos del viento, los viajes de las nubes, la lluvia acunando el sentimiento y esos cielos rojizos de pasión, que miran con nostalgia cómo se desviste la naturaleza.
ResponderEliminarTe felicito por el ritmo, la cadencia y la figuras poéticas que elevan el poema en belleza y arte, amiga.
Mi abrazo admirado, dorado y rojizo de otoño, Angeles.Cuídate mucho y disfruta del otoño.
Pienso como tú Mª Jesús, tambien es mi estación favorita, los atardeceres del otoño son únicos, es un regalo para el alma ver como el atardecer se vuelve tan cambiante, que hechiza. Te estoy contestando tan tarde porque me han tenido que volver a operar de la columna, cuando tuvimos el accidente, que hizo que él le diese el ictus, yo estaba recién operada íbamos a rehabilitación y mi implante se movió todo. lo he pasado fatal, tanto que no tenía ganas de coger el ordenador, pero saber que toda la culpa, la tuvo una persona, me llenaba de dolor, se lo debo a ella.
EliminarYa voy estando mejor, mi refugio era mi fe, ella me ha dado la fuerza necesaria y también el neurocirujano, que ha sido un sol de persona.
Un abrazo grandote, con mi cariño.
Hola Angeles, me encantó tu poema, me has hecho vivir el otoño a través de tus letras. El otoño esas hojas cayendo y danzando al ritmo del viento, recibamos al otoño, haciendo florecer el amor, para que sigamos creciendo y podamos sentir la pureza de lo infinito en nuestro corazones.
ResponderEliminarSencillamente bello de principio a fin .
Mi admiración y respeto amiga.
Abrazos cariñosos.
Mi amiga Cristina, ya vuelvo a coger el ordenador, tú sabes todo lo que he pasado, pero voy estando mejor. Es otoño nos trae la calma que necesitamos, haciendo florecer el amor y sentir esa pureza que todos tenemos en el alma.
EliminarEs desprenderse de lo que nos sobra o nos hace sufrir y dejar que el viento se lo lleve como las hojas caducas de los árboles.
Mi cariño y un abrazo desde el corazón.
tus poemas me dejan en silencio admirándote
ResponderEliminarGracias por tus palabras, a veces escribir para mí es una necesidad llena de sentimientos.
Eliminarun abrazo con cariño.
Ángeles, por un instante este romance me ha recordado a otro, "Santiago" de García Lorca, entre otras cosas por su cadencia y por la riqueza de expresión que magnificas en esos lugares. Por supuesto que los poemas son muy diferentes; el de Lorca, es como una historia de aquellas que nos contaban a los niños al lado del fuego, pero que tiene mucho en común con éste, además del ritmo y la cadencia. Quizá sea por el misterio del Otoño y de su paisaje, que en tu caso nos hace estar atento al leerlo, y luego otra cosa, está ese amor a tu tierra, que nos la haces sentir y querer en cada verso y en cada metáfora viva. ¡Felicidades poeta!
ResponderEliminarGracias por visitarme Te envío un abrazo.
Hola Juan, qué tarde os estoy contestando a todos, me han tenido que volver a operar de la columna, y mi desánimo ha sido total y encima todo lo de esta pandemía que nos recuerda lo efímero de la vida.
EliminarEs cierto que desde muy pequeña escuché muchas historias al calor de la hoguera que ardía lujurisa con troncos de encinas. Lorca es uno de mis poetas favoritos, que pena que le matasen tan joven. El amor a mi tierra está siempre en un rinconcito en mi alma, Dios, es una maravilla sentir como la naturaleza te acaricia el alma.
Gracias por tus palabras Juan.
Desde el corazón, un abrazo, poeta.
Has conseguido enriquecer la esencia de esta estación maravillosa que es el otoño, tiempo de poetas.Me ha encantado tu poema,Ángeles y hasta he visto en algunos de sus versos la huella del casi olvidado poeta extremeño Luis Chamizo, el de La Nacencia. Yo,como extremeño,me he sentido muy identificado con ese paisaje que describes,un paisaje que me es muy familiar.
ResponderEliminarUn abrazo grande,paisana.
Hola Joaquín, es muy cierto que Chamizo y su poema la Nacencia, para mí su mejor poema, sabes por qué nos identificamos con poetas extremeños, porque ellos escribieron sobre algo que los extremeños conocemos, sus gentes sencillas, el trabajo duro para poder comer...su paisaje y sobre todo tenemos en el alma la sencillez y la integridad que desde pequeños nos enseñaron.
ResponderEliminarDesde el corazón, un abrazo.